En un sanatorio psiquiátrico en Alicante el perfil de los profesionales varía en función del tratamiento que requiere el paciente. Y dependiendo de dicha aflicción los recursos utilizados por el experto varían. Uno de ellos es el acompañamiento terapéutico, cuya vital importancia remarcaremos en este artículo.

Su origen lo podemos ubicar en el campo de los tratamientos de la salud mental, dentro de una búsqueda constante de nuevas herramientas para abordar problemas que se consideraban intratables como ciertas adicciones o la demencia. La aparición de alternativas a los recursos habituales como los centros de día y el desarrollo de la teoría psicoanalítica, entre muchos otros factores, crearon el terreno fértil para la consolidación de este tratamiento.

Tal como nos remarcan desde el Sanatorio Doctor Muñoz, este acompañamiento tiene como finalidad impedir que se estigmatice y margine al paciente, evitando su internación o haciendo más corta su estancia en caso de que sea necesaria. Su aparición es en parte una respuesta a la dificultad de tratar terapéuticamente a ciertos pacientes en estado grave o crónico y permite adaptar la estrategia a las necesidades particulares de cada uno de ellos.  

Cuando en un sanatorio psiquiátrico en Alicante se decide recurrir a esta herramienta, el acompañante terapéutico se insertará en la vida diaria de la persona afectada, compartiendo su cotidianidad. El acompañante forma parte del equipo de trabajo, siguiendo y expandiendo la estrategia del terapeuta, para lo cual es necesaria formación teórica y práctica supervisada. 

Entre las muchas funciones del acompañante podemos destacar las de contención y socialización, partiendo de la base de que los pacientes con trastornos mentales son parte de la sociedad y de que el tratamiento requiere evitar su aislamiento, para lo cual es imprescindible el vínculo humano.